2013-06-13

Lluvia

Cuando llegué a mi ciudad hace nueve años, algo que me impresionó mucho fue la lluvia. Me parecía que llovía cada tarde mientras estaba saliendo de mi trabajo. Tenía que correr desde el edificio hasta el coche, que estaba en un aparcamiento bastante lejos. Me acuerdo de que fui a un Walmart y compré dos páraguas, uno para guardar en el coche, el otro para la oficina. Me sirvieron bien durante unos pocos años, pero más de una vez, olvidé devolver uno a su propia “casa”, resultando que solía tener dos páraguas en un lugar, y ninguno donde lo necesité.

En aquello tiempo también estaba buscando una casa en el área, y recuerdo recorrer los vecindarios con un agente inmobiliario, corriendo a toda velocidad en la lluvia entre el coche y una casa y quitándonos los zapatos para no dejar lodo en las limpias alfombras.

Lo que me hace estas memorias tan vívidas ahora es que estamos experimentado el mismo tiempo otra vez. Casi cada día trae lluvia de algun tipo, y no pocas tormentas. Por ejemplo, después de varios días de lluvia, hoy había planeado cortar el césped, pero justo después de que llegué a casa, oscureció el cielo, sonó el trueno y descendió la lluvia, convertiendo mi tarea en el jardín en una oportunidad de producir este escrito. Hay que aprovechar lo que podamos.

2 comments:

  1. En AQUEL tiempo...; convirtiendo

    ¡Perfecto!. Sin comentarios. Me he quedado perplejo.

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  2. Muchas gracias, Eduardo. Incluí los dos errores solo para que supieras que no usaba un traductor. ja ja. Como los mosaicos islámicos que siempre incluir un azulejo malo para enfatizar que sólo Dios es perfecto.

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