Anoche vi la primera mitad de la
película “Gravity”, que se distingue por Sandra Bullock
como la protagonista. La historia gira en torno a un desastre que
tiene lugar mientras un grupo de astronautas repara un telescopio en
órbita. Dos astronautas sobreviven el evento inicial, pero
pronto queda sólo uno. A estas alturas, la principal pregunta
es cómo va a volver la protagonista a la Tierra. Está
sola, sin comunicaciones y en una cápsula espacial sin la
capacidad de reentrar la atmósfera. Tengo ganas de ver lo que
pase.
Lo más notable del filme son los
largos ratos de silencio, acentuados por vistas fantásticas de
la Tierra. Me alegro de ver una producción que aprovecha el silencio para que tengan tiempo los espectadores para
contemplar y sentir lo que pasa a los personajes. Me doy cuenta de lo
mismo en otra nueva película — quizá sea una
tendencia. Recuerdo también que una de mis favoritas,
“Castaway”, usó efectos similares.